19 de mayo de 2016

INTUICIÓN ANIMAL




El ascenso que busco y que ambiciono, nada tiene que ver con mi actividad laboral, ninguna pretensión personal a nivel de partido, ningún protagonismo, no busco puestos de responsabilidad, la verdadera responsabilidad, cargo y poder ya lo poseo, lo tengo desde hace mucho tiempo. Conmigo mismo, todo lo que se pueda reflejar después hacia mi exterior, con agrado y satisfacción lo siento.

Digo esto para dejar claro que mi intención después de compartir este blog, no es con el fin de adular a la persona en sí, si hay un fin, es el de compartir reflejando hacia el exterior mi sentir.

Vuelvo la vista muchos años atrás, la chispa que encendió mi vena animalista la encontré hace ya tiempo en una dehesa de Tarifa (Cádiz), cuando contaba veinticinco o veintiséis años de edad, con exactitud no lo recuerdo, recuerdo el hecho que me marcó de por vida, pocas veces lo he contado.
Aquella sensación en mi caso se repitió cuando un buen día decidí pasar a la acción, no quedándome quieto, afiliarme y empezar a contribuir humildemente, honestamente, menos de lo que yo desearía pero con una inmensa convicción. 

Dos veces me habló la intuición y acertó. La primera, aquella tarde de casi verano, húmeda y ventosa en aquél campo de Tarifa, la intuición a través de un ser que me decía que él también siente, sufre y lo más importante que tiene un derecho, el derecho tan simple como el poder vivir. La segunda vez, fue cuando decidí pasar a la acción. Una acción que llevamos a cabo muchas personas, que tarda en dar algo de fruto, pero que lo da y dará, pues la semilla está bien plantada y ahora lo único que debemos hacer es lo que estamos haciendo, ir regándola poco a poco sin que sufra traumas, renovando la tierra sin que pierda el sustrato inicial, su esencia. 

Creo que la intuición ya me habla por tercera vez, aunque no estemos ya aquí para disfrutarlo, al final mi especie llegará a evolucionar. Se conseguirá.
Me emociona el leer estas palabras, que suenan dentro de mi mente con el tono que por suerte tengo el honor de conocer.

La única especie que discrimina al resto de seres es la nuestra, tal vez por atribuirnos una inteligencia y poder superior que aunque nos neguemos a reconocer, no nos pertenece.
El domingo en la conferencia (lamentablemente no pude asistir) decía Silvia Barquero que PACMA es un partido dirigido principalmente por mujeres, así es, pero yo digo más, algo que sino he recibido una réplica o contestación a ello, si he notado a veces miradas perplejas hacia mi persona al realizar el comentario que ha continuación expongo. 

Desde que tenemos uso de razón, nos han inculcado a la mayoría que el poder divino (Dios) era un ser masculino y con barbas blancas, solo quiero manifestar que percibo que todo lo que tiene un fundamento creador, es femenino. El resto, son apreciaciones y sentimientos personales imposibles de demostrar. Tampoco pongo mucho empeño en ello, "Obras son Amores y no buenas Razones".

Para terminar, apuntar que me encuentro muy satisfecho al estar dirigido por mujeres, podía haberme ahorrado el discurso anterior, pero como todo va unido, todo es uno y todo tiene una causa no casual, esta causa ya se empieza a escuchar, no es otra que nuestra voz, la voz de miles de personas que se preocupan por el resto de las especies, sin sentirnos ni más ni menos, con respeto hacia todas luchando por convivir y compartir un espacio que no es de nadie, al tiempo que es de todos.

¿Tan difícil es lograrlo? Rotundamente no, si pensara lo contrario no estaría ahora mismo aquí.
No soy ni seré jamás presidente, pero yo también me siento orgulloso del apoyo que percibo a mi alrededor, no hacia mi, hacia todo.
Posiblemente en aquella primera intuición, todo esto se me dijo ya desde aquella mirada profunda. Posiblemente hasta el día de hoy, no he podido descifrarla. ¡Adelante!