26 de agosto de 2012

SONIDO INTERIOR







Sólo tengo que mirar la hora en la pantalla del ordenador para comprobar que hace poco más de dos horas y de vuelta a casa, he leído una frase de Paulo Coelho despertando poderosamente mi atención. “Escribir es una forma educada de desnudarse públicamente” 

Cierto, muy cierto. Es por esto último por lo que cada vez que escribo tardo más en decidirme a pulsar el teclado y grabar sobre el Word lo que desde mi interior siento, deseando compartir, confesar, debatir, etc. Quizás por pudor por esto de la desnudez, prescindiendo de la máscara o careta que todos de alguna forma también llevamos, por lo que llego a la triste, depresiva y real conclusión de que la hipocresía es condición natal del ser humano. Hipócrita desde la base, desde la raíz profunda de la personalidad,  con uno mismo.

Realmente me entristece observar el mundo que nos rodea, comprobar cómo compartimos, vivimos y protagonizamos a cada instante los grandes avances, sobre todo en el mundo tecnológico e industrial, siendo algo más lento sobre el mundo científico. Apartado éste, limitado por algunas sociedades y gobiernos, con el único fin de que no se sepa más de lo que realmente nos está permitido conocer.

Llegado a este punto, enfocado ya lo que pretendo en esta nueva entrada exponer, vuelvo a formularme la pregunta del millón. Las grandes potencias mundiales en la actualidad, llámense EEUU, China, Japón, Arabia Saudí, e incluso Rusia o la antigua Unión Soviética ¿nos ocultan información transcendental y privilegiada sobre la forma de manejar, o mejor dicho manejar a los inquilinos que pueblan esta gran casa llamada Tierra? Gaia, me gusta más esta definición, más moderna, más fresca, siendo más atractiva a mi sentido auditivo. 

La famosa frase de un nuevo orden mundial, pronunciada por un ex presidente norteamericano de triste, bochornoso, y catastrófico recuerdo, provocando una guerra bajo el pretexto de desmantelar arsenales de armas químicas, de destrucción masiva. 

Apoyado por jefes de otros gobiernos principalmente europeos de sobra conocidos, mediante una de las adulaciones más ruines y bochornosas por parte de estos hacia el ex presidente, al que adoraban cómo si el mundo entero le perteneciera.

Adulación por no emplear otro adjetivo más común, jamás conocida públicamente dentro de nuestra  historia, cuando me refiero a nuestra historia no pienso en la de nuestro país o continente, estoy pensando en la historia de todos los huéspedes de Gaia, porque eso sí que tengo claro soy un huésped más, que me tendré que marchar el día que tenga señalado y abandonar la habitación que ocupo, por mucho que desee continuar, mi lugar lo tendré que dejar libre con el fin de que otro u otros lo habiten, lo que se suele llamar en el lenguaje coloquial ley de vida.

¿Donde iré? ¿De donde vengo?  Afortunados somos en poder afirmar de que antes de la muerte, hay vida. Aunque he leído, leo y seguiré leyendo sobre el budismo, realmente es una de las religiones o doctrinas que más me atraen y al mismo tiempo a la que más temo. Temor basado en la teoría de la reencarnación, cómo integrante del universo quiero pensar que me encuentro en constante evolución, si necesito varias vidas más para alcanzar el nivel establecido, apaga y vámonos, sólo pensarlo me produce una angustia terrible.

No lo sé, nadie lo sabe pero llegó un momento en mi vida, pienso y me reconforta saber que a todos nos pasa igual, que tienes que decidirte por un camino, el camino de la fe, de creer, de no creer, del agnosticismo, del ateísmo, o no decidir nada, dejar al destino toda la responsabilidad y vivir la vida día a día, afrontando los obstáculos que se te vayan presentando.

Bien, mi elección fue primero la de creer, la de creer en mí, la de quererme a mí, no, no es egoísmo, pienso que es la base para poder querer, creer, entregarte y tener fe. Alguien hace tiempo me preguntó, ¿fe en Dios? ¿A qué llamas tú Dios?
Si llegase a leer esto cosa muy probable, recordará mi respuesta, siendo la misma hoy por hoy.

Dios es todo, llámalo Alá, Isis, Yavhé, Atenea, Jehová, Apolo, Zeus, Ser Superior, Consejo Universal de Sabios e infinitas definiciones que hemos escuchado a lo largo de nuestra existencia. Si le tengo que dar un nombre me quedo con dos; Luz y Amor. Amor y Luz.

¿Puede alguien explicarme la definición de la palabra amor? Cuando pienso en el amor todo se ilumina, cómo sentimiento puro no es traducido a palabras, sí a hechos, actitudes, comportamientos varios son los caminos para tocarlo, sentirlo, vivirlo y saborearlo.

Decía Jimi Hendrix; "Cuando el poder del amor supere al amor por el poder, el mundo conocerá la paz"

Si uno afirma que en un momento determinado ha tenido el gran privilegio de poder haber visto y tocado a Dios, etiquetarle de esquizofrénico seria lo menos malo, por eso no lo digo.
Repito una vez más, nadie lo sabe, no sé que hay detrás de esta vida, qué es la muerte al margen de dejar de latir, de respirar, de sentir, de…

Sí, yo creo, creo en un alma o espíritu independientemente del cuerpo físico, creo que llegada la hora de partir el cuerpo se queda, cómo se queda la ropa que nos cubre al desnudarnos por la noche, apoyada en un galán o butaca de dormitorio, abandonada en el tiempo terminará destruida, apolillada, convirtiéndose en polvo.

No sé si habrá que rendir cuentas, creo que sí, pero no a nadie, sino a uno mismo y con uno mismo.

No lo sé, pero es la opción en la que he elegido creer. 


12 de agosto de 2012

TIEMPO DE CAMBIO



Lo siento, llevo cómo más de mes y medio intentando crear una nueva entrada en mi blog, bueno es la moda llamarlo blog, al fin y al cabo es un diario.

El no haberlo escrito y publicado ya, es totalmente culpa mía, culpa por no dejarme llevar por mi intuición por ese sexto sentido que aseguran los expertos que poseemos todos y no sabemos ni de su existencia, ni en desarrollarlo. Éste me decía y me dice que no hable de política ni de los políticos.

La nueva entrada que aún conservo en borrador, estaba dedicada a comentar los últimos acontecimientos en nuestro continente, hacia esa profesión que yo creía digna hasta hace poco tiempo y que ellos mismos mediante sus acciones, han conseguido crear un clima de descrédito, animadversión y falta de credibilidad potencialmente manifiesta, por no emplear adjetivos que siento sentirlos en mi interior cómo lo más parecido al odio, acompañado de impotencia e indignación. 

Le había puesto el titulo de Politicuchos, Politiqueros y Políticos, estos últimos los menos hoy en día, ya no existen.

Después de escarbar en la historia de las definiciones tan comúnmente conocidas, cómo derecha e izquierda, uno recuerda algo de su época de estudiante cuando D.Esteban nos explicaba en clase de Historia Universal, que estos términos salieron allá por 1792 de la Asamblea Constituyente de la Francia Revolucionaria, cuando uno hace un poco de historia ante nuestra democracia, unos dicen que muy joven todavía, me atrevería a decir que caducada y pasada de fecha ya, desde hace tiempo, gracias a la gestión de estos llamados politiqueros y politicuchos que a parte de su provecho personal han dejado  a este colectivo cómo decía al principio muy, pero que muy tocado.

Que una de las principales causas de esta crisis-estafa impuesta, es la aniquilación total de la hasta ahora llamada clase media, que la moneda única les ha venido al pelo para realizar esto, con el único fin de que el pobre sea más pobre mientras el rico se hace más rico.

Bien, llegado a este punto, me rindo, me bloqueo no puedo continuar. Me veo incapaz de redactar mis vivencias y sentimientos personales hacia estos políticos actuales a los que les veo con un complejo, no de superioridad sobre los demás, más grave aún, los veo con complejo de Dioses Universales.

Con todo, y pasado ya el tiempo me quedo con los políticos en los que creí hace un tiempo y que este mismo tiempo, juez implacable, me ha demostrado que eran infinitamente más honrados que los actuales y con unas ideas y ganas de trabajar por el bien común demostradas fehacientemente. 

Y sí, voy a dar sus nombres, con su particular pasado todos, recuerdo cuando se sentaron por primera vez a debatir el futuro inmediato de este, nuestro país. (Me refiero al fin del franquismo y creación de nuestro régimen actual. Año 1976 en adelante)

Léase; Adolfo Suarez, Santiago Carrillo, Manuel Fraga, Felipe González, Dolores Ibarruri, etc.
Estaré equivocado, sé que incluso dentro de mi núcleo familiar alguno de estos personajes han sido repudiados, sí repudiados por la herencia que traían del régimen anterior, de una guerra tan cruel cómo estúpida y de una postguerra aún peor, pero yo sólo escojo un tiempo y ese tiempo en este caso sí fue mejor. 
Al menos no se reían de mí, no me estrujaban económicamente, en una palabra podía respirar, en el momento actual cada vez menos, y con el miedo de qué será lo próximo. Y todo bajo el manto fictício de dos palabras que se las saben muy bien, se las saben, democracia y estado de derecho.

Tiempo de cambio es lo necesario, lo pide la sociedad a gritos, lo pedimos, se pide que depuren responsabilidades, que devuelvan lo que no les pertenece, que se sancione a quién vulnere y haya vulnerado la ley, y da lo mismo izquierda, derecha, centro, arriba o abajo. Qué verdad es, que a los hombres no les mueven las ideas, ellos juegan con esto, les mueven los intereses. 

En alguna ocasión lo he manifestado, maldito vil metal, nos ha matado, nos mata y nos matará.

Votaré a quién luche por evitarlo.

Con todo el descrédito y falta de credibilidad que acuso, creo en mis semejantes, y sé que esas personas existen, personas que si no fuese por ellas el mundo no sería mundo mientras que los honores y medallas se las cuelgan otros, no importa, la verdad ¿quién la conoce?

Ni mi verdad es verdad, no lo sé, no sé nada, soy el mayor de los ignorantes pero yo elijo mis opciones ideológicas al igual que cada cual. Al igual que en aquella célebre anécdota histórica, el pensar, al menos aún me pertenece. 

Con la ilustración adjunta, resumo el fondo de mi nueva entrada, un poco más desarrollada "humorísticamente".